El arroz integral como ingrediente depurativo

El arroz integral como ingrediente depurativo

Si hablamos de alimentación medicinal, el arroz integral es un alimento. Muy empleado en cocina macrobiótica y en cocina detox en general, el arroz es gran fuente de manganeso mineral, así como de selenio, fósforo, cobre, niacín y magnesio.


La mayor parte del arroz del mundo se cultiva en Asia. Tailandia Vietnam y China son los tres mayores exportadores de arroz. Fue cultivado por primera vez en China hace unos 6000 años. Sin embargo tenemos que tener muy claro que no es en absoluto lo mismo hablar de arroz blanco que de arroz integral.


Si observamos la anatomía del grano d arroz integral nos encontraremos primero con la cáscara o envoltorio. Es el salvado y en él hay mucha fibra, antioxidantes, fitonutrientes, minerales como magnesio y zinc, y también vitaminas del grupo B. A continuación, en el germen, tenemos más minerales y antioxidantes, más vitaminas del grupo B, también E, enzimas, ácidos grasos y proteínas. Es el embrión del grano de donde nacerá la nueva planta. Estos dos partes fundamentales son retiradas en el proceso de refinamiento para obtener el arroz blanco.


En el endospermo, finalmente, encontramos principalmente hidratos de carbono, como el almidón, proteína y algo de vitamina B y minerales pero en bastante menor cantidad. El endospermo es la parte más abundante en un grano de cereal, es donde se constituye la reserva a partir de la cual se alimentará la nueva planta hasta que pueda alimentarse por sus propias raíces. De él se obtiene la harina blanca d arroz.


Diferenciándolo del arroz blanco, en un grano de arroz integral encontramos casi el doble de fósforo, de potasio y de vitaminas B, sobre todo de la B1, la cual necesitamos mucho cuando hemos tomado azúcar, como hemos comentado en otras ocasiones.


Pero como podemos comprobar es mu alto en vitaminas del grupo B, las cuales ayudan a apoyar la función adrenal y mantener un sistema nervioso sano: la B5 concretamente, también llamada ácido pantoténico, apoya la función suprarrenal y contribuye a un sistema nervioso sano. La vitamina B-6 (también conocida como piridoxina) actúa como una coenzima en la ruptura y utilización de carbohidratos, grasas y proteínas. La vitamina B3 se compone realmente de niacina la cual es parte de la familia de la vitamina B. Y la vitamina B-1 actúa como un cofactor en el metabolismo de hidratos de carbono, ayudando a transformar el almidón y los azucares en la energía que nuestro cuerpo necesita, y juega un papel importante en la transmisión nerviosa. 


La fibra de los cereales combate el estreñimiento y facilita la expulsión de las heces. Además, por su poder saciante y por favorecer la regularidad intestinal, el arroz integral promueve la pérdida d peso. En general, los cereales integrales tienen efecto saciante, ya que se hinchan con los líquidos del cuerpo y llenan más el estómago. Por otra parte, mantienen la alcalinidad de nuestro organismo, liberando la acidez, y también disminuyen la glucosa en la sangre, algo perfecto para los diabéticos.


El arroz integral tiene un alto contenido en fibra que previene el cáncer de colon y ayuda mucho en las úlceras intestinales, así como estomacales. Es gran aliado también en el asma infantil, la cándida , y es el primer alimento perfecto para el bebé.


Además, el arroz integral mejora el sistema cardiovascular, beneficia al sistema nervioso y favorece la actividad óptima del cerebro. Mejora dolencias como hipertensión, colesterol, estrés, piel, cáncer, trastornos neurodegenerativos e insomnio. Ayuda también a tener huesos sanos, sistema inmunológico fuerte y es buen antidepresivo.


Es muy popular en la cocina vegetariana y es, como decíamos, considerado el alimento principal de la macrobiótica, hasta el punto de que George Ohsawa, uno de los fundadores de esta filosofía de vida y de alimentación, recomienda el arroz integral con gomasio de su dieta número 7 para todas las enfermedades. Consideraba que tomarlo durante 10 días desintoxica, depura y armoniza el organismo por completo. Se trata de la dieta desintoxicante por excelencia de la macrobiótica. Ohsawa la recomienda a las personas que tienen cualquier problema psico-físico por resolver, y también a las personas sanas, indicando realizarla dos veces al año, siendo primavera y en otoño las mejores épocas para regenerar la sangre y revitalizar el cuerpo y la mente.



©Laura González es experta en medicina de extremo oriente y nutrición integrativa, certificada en evidencia científica sobre microbiota intestinal, ha trabajado durante años con procesos oncológicos en colaboración médica y ha sido la coordinadora de un departamento de coaching en cocina saludable en área clínica internacional donde fue elegida talento del año en 2017.


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